Las familias de los buzos que fallecieron en agosto en las jaulas marinas de Castillo del Romeral desconocen las causas
Parece increÃble, pero asà es. Las familias de Kilian Sosa y Agonay Betancor Jiménez ni sus abogados todavÃa no saben los resultados de las autopsias de los dos jóvenes buceadores que murieron hace casi un año mientras realizaban trabajos en las jaulas marinas de Castillo del Romeral de la empresa Granja Marina Playa de Vargas. "Nadie nos ha dicho nada todavÃa", expresan tanto José Ramón Sosa como Pino Jiménez, mientras siguen lamentando la pérdida de sus hijos sin que sepan las causas de su fallecimiento. Los análisis del contenido de las botellas descartan que perdieran la vida por el estado del aire.
Los forenses responsables de las autopsias de los jóvenes buceadores Kilian Sosa Verona y Agonay Betancor Jiménez, que murieron el siete de agosto de 2014, mientras trabajaban en las aulas marinas del Castillo de Romeral todavÃa no han comunicado los resultados de las autopsias a sus familiares y abogados. Asà lo manifestaron tanto sus progenitores como el abogado Alejandro Guerra, que lleva el caso de Kilian Sosa.
Para Pino Jiménez, madre de Agonay Betancor, "es increÃble, pero nadie se ha dirigido a nosotros todavÃa, ni la empresa ni los investigadores. Mi abogado nos comunica que no le han dado los resultados de la autopsia. El tiempo corre, sigo contando los dÃas y sigo sin saber nada de los dos chicos que murieron en el mar". "¿Qué les pasó a las botellas y por qué nadie se acuerda de nosotros?", se pregunta en su casa de El Goro.
Pino Jiménez señala que tanto su marido, Antonio Betancor Barreto, como su hijo Aarón viven "tristes y preocupados porque nos sentimos totalmente abandonados de todo el mundo". "Mi marido está en el paro y Agonay era quien trabajaba para que pudiéramos salir adelante", indica con lágrimas en los ojos, tras recordar la muerte de su hijo y la de Kilian Sosa cuya familia también vive en el barrio teldense de El Goro.
En el mismo sentido se expresa José Ramón Sosa: "Esto es lamentable no saber nada de por qué murió mi hijo Kilian. Cada vez que veo su foto o recuerdo lo que pasó no hago nada más que llorar". "Ya mi abogado me ha advertido de que esto va para largo y yo no puedo hacer nada". Tanto él como la madre de Kilian, Lidia Verona, se acercan con cierta frecuencia al muelle del Castillo de Romeral, en San Bartolomé de Tirajana, "vivimos deprimidos tras Ãrsenos un hijo tan joven".
"Prácticamente todos los entendidos pensábamos que la causa de la muerte de ambos jóvenes se debió al mal estado del aire comprimido de las botellas. Pero, una vez descartado por los peritos de Gerona que no ha sido asÃ, se ha abierto un periodo para averiguar por qué murieron", asegura el abogado Alejandro Guerra, aunque no es partidario de las prisas en estos delicados procesos, considera que es fundamental "saber la causa de sus muertes tanto para sus familiares, como para las muchas gentes que trabajan a diario en el mar, para poder prevenir nuevas muertes".
El abogado comenta que "tampoco fue a causa de ningún terremoto. En aquel momento las aguas estaban tranquilas, era de dÃa y nada presagiaba que algo les pudiera causar la muerte, la inmersión a 21 metros de profundidad no era de riesgo. Pero es necesario saberlo". Alejandro Guerra comprende las dificultades que pueden existir para el retraso en las conclusiones de la autopsia. Pese a que en su momento se recogieron muestras de ambos jóvenes, sin embargo el hecho de que Agonay Betancor fuera incinerado y Kilian Sosa enterrado puede estar detrás de las dificultades de los análisis.
El letrado considera que "al principio, desde el minuto cero, se produjo una concatenación de errores", en referencia a que primero inició la investigación la PolicÃa CientÃfica de la PolicÃa Nacional y después la PolicÃa Judicial de la Guardia Civil, más especializada en buceo.
El abogado entiende que tras descartarse tanto que los jóvenes murieran intoxicados por el mal estado del aire ["parecÃa la versión más realista y simple para todos", reitera] sigue abierto "un abanico infinito de posibilidades, que hay que acotar".
Además de la causa de la muerte, el expediente aborda también la preparación que tenÃan los jóvenes, la organización del trabajo, el mantenimiento de los materiales, entre otros asuntos. La empresa de la jaula marina afectada retomó su actividad dos meses después de las primeras investigaciones, según apunta la CofradÃa de Pescadores.
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